El Pie Franco es el vino de Ponce que nos tiene enamorados. Procede de tres fincas de la Manchuela llamadas Lincha, Gallo y Olivares, de suelos arenosos muy profundos, que fueron plantadas con Bobal en pie franco hace más de 80 años. Son esos suelos arenosos los que dificultan la propagación de la filoxera y facilitan la supervivencia de las plantas y, por tanto, del vino. Vinificado con levaduras indígenas y una crianza de 11 meses en barrica de roble francés de 600 litros, es un vino de producción limitada, apenas 1800 botellas, muy en la clave frutal y con la sapidez, mineralidad y salinidad que se espera de viñedos en pie franco de suelos arenosos.
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