Louis Lequin Corton Les Languettes Grand Cru 2017

Louis Lequin Santenay Corton Les Languettes Grand Cru es un vino tinto elaborado con la variedad Pinot Noir por la Familia Lequin en Corton (Borgoña), Francia. Se trata de un vino de la aristocrática colina de Corton, en una de las mejores zonas de la Côte d'Or. Esta parcela Les Languettes se encuentra pegada al suroeste de Le Corton y Clos du Roi, y da vinos con un perfil de cereza acidulada, con gran frescura, en boca nos sorprende de inicio una fruta limpísima y dulce, que da paso luego a un vino con un cierto peso, que termina por alargarse en las especias. Es la magia de los Grand Cru de Borgoña, aquí interpretados de una manera muy clásica.

Les Languettes pertenece a la familia Lequin desde el bisabuelo Lucien. Plantada en tinto en un terruño que se ha hecho mundialmente conocido por sus blancos de Corton Charlemagne, son suelos de margas blancas que dan tintos muy elegantes y sedosos, sobre todo cuando se ubican en el lado de la colina de Corton mejor expuesta al sol.

La familia Lequin es una familia de viticultores desde 1604. Más de cuatro siglos contemplan por tanto al Domaine aunque es desde hace unos años que Antoine y Cécile, jóvenes pero sobradamente preparados, han tomado las riendas de este Domaine de Santenay. Santenay es una denominación dentro de la Borgoña hacia la que cada vez se presta más atención. Parte de la Cote de Beaune es la denominación en la que termina la Cote dOr y, curiosamente, es una zona mucho más de vinos tintos que de vinos blancos como ocurre en las vecinas Chassagne y Puligny. Pero no nos desviemos del tema, que hemos venido a hablar del Domaine Louis Lequin. Santenay siempre ha tenido un cierto carácter rústico, pero los Lequin trabajan con poca extracción y tienen el buen gusto de guardarnos las botellas unos años durante los cuales los vinos se afinan y permiten que la delicadeza borgoña emerja para regocijo de los amantes de los grandes vinos del puño de hierro en guante de seda.

En el viñedo se trabaja de forma respetuosa, con fertilizantes naturales y sin herbicidas, usando el laboreo tradicional para remover hierba cuando se considera necesario. La vinificación de los tintos combina el racimo entero y el despalillado en porcentajes variables y la crianza es en barrica de roble francés con porcentajes variables de roble nuevo en función de la cuvée. Los blancos fermentan en barrica de roble francés, lo que obliga a tener una gran sensibilidad en la vinificación para no abrumar el vino con los tostados. Los vinos blancos resultan intensos y golosos.