A partir de una cuidadosa selección de las variedades de manzana de cosecha propia sometidas a un prensado tradicional no exhaustivo, con una fermentación controlada y una maduración lenta, obtenemos esta sidra suave, aromática y equilibrada, con una pequeña cantidad de carbónico endógeno que le aporta la frescura final. Su estabilización mediante filtrado mantiene sus cualidades en plenitud durante todo el año. Ha recibido numerosos reconocimientos internacionales, destacando el primer premio en el Concurso de Sidra Internacional Royal Bath & West of England Society en la edición del año 2010, y el galardón Top Sicer 2009, entre otros.
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