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En nuestra búsqueda incansable de productos para llenar estanterías y alacenas, caímos en la cuenta de que andábamos cojos en vinagres balsámicos. Lo que abunda normalmente no nos emociona, o tiene unos márgenes estratosféricos que nos interesan nada y menos. Estando inmersos en esa búsqueda, nos encontramos con Lorenzo, un tipo de hablar elegante y perfecto castellano que nos contó maravillas de la familia Giuseppe Giusti. Tiramos del hilo y descubrimos que trabajan recetas refinadas de balsámicos, donde prima la altísima calidad de las uvas y una buena suma de barriles donde envejecen de los siglos XVIII y XIX.
Además, aprovechando el parque de barricas que tienen, han apartado unas cuantas, para envejecer su excelente Vermouth, un elixir a base de vinos blancos y tintos de la zona, incluyendo algún Lambrusco, con 19 botánicos como especias, hierbas curativas y amargas raíces. Todo ello ligeramente endulzado con “Saba” el mosto cocido que utilizan en la Emilia Romagna los maestros vermuteros para equilibrar el rasgo bitter y afinado en las botas que han contenido aceto durante años.
Esperamos que los productos de Giusti les resulten tan emocionantes como a nosotros, que los disfruten y se fascinen del gran trabajo de tiempo y conocimientos que llevan detrás.
Las cremas a base de vinagres balsámicos son reducciones de los mismos hasta lograr una textura densa y brillante, como un sirope. Lejos de la moda de atrezzar todos los platos con gotas de crema de módena, os presentamos la línea de Giusti, que es radiante y refinada.
Tenemos en formato de 150 ml, la de trufa, higo, frambuesa y jengibre.
Se suele decir que el placer en pequeñas dosis es mejor. Les presentamos las grandes joyas de la casa Giusti. Dos acetos conmemorativos, en botella de 100 ml. El de 15 años se ha elaborado para celebrar el cuarto centenario de la casa, con un montón de notas de frutas maduras, café tostado y madera. El 5 medallas es el regalo del tío Giuseppe a sus familiares. Frutas negras como ciruela y cereza. De producción limitadísima. Una sola gota servirá para glorificar un plato.