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En Coalla nos gusta comer bien y manchar poco. Por ello recurrimos a tarros, botes y conservas de calidad siempre que podemos para salir airosos de comidas y cenas.
La gente de Martret nos lo ponen fácil y elaboran desde hace más de 30 años un repertorio extenso de salsas, sopas y platos precocinados, de los que nos declaramos fieles consumidores.
Sus inicios se remontan a una pequeña tienda de comestibles situada en Olesa de Montserrat, Barcelona, que empezó a elaborar sus propios tarros de pimientos y escalivada para satisfacer necesidades de sus parroquianos. Se ve que triunfaron y cambiaron ubicación como conservera a la finca de Abrera también en Barcelona, donde siguen elaborando su receta estrella de verduras cocinadas para salvarnos el menú.
La crema de calabaza de Martret nos ha gustado mucho porque le añaden naranja y jengibre, y ese punto fresco la hace ideal para tomar fría de la nevera, como aperitivo para dos en una copa de vermut y una pizca de curry en polvo. Por si se lo preguntan, no lleva añadido de patata ni lácteos.
El verano parece que mejora con las barbacoas entre familia y amigos. Unas costillas de cerdo, jugosas y crujientes, y como toque de gracia, esta estupenda salsa romesco de Martret ligeramente picante. Acabarán poniendo una cucharada por encima a los trigueros a la parrilla.
Somos fans de las sopas de cebolla, pocos caldos reconfortan el espíritu como un cuenco de esta sencilla mezcla de cebolla, ajo, tomate, hierbas y sal. La de Martret nos ha gustado mucho por lo que cunde. Se mezcla con agua a partes iguales para que quede bien gordita, se calienta bien, y lista sopa para dos o tres personas.

La conserva por excelencia de la casa Martret, porque comenzaron con ella y porque es extraordinaria. Asan pimiento, berenjena, y cebolla, y lo meten en un bote de cristal con aceite de oliva virgen extra. Se puede comer sola, o para coronar una tosta de pan con bonito en lata.