Cuando Carmelo nos coge el teléfono, lo primero que sale de su boca al descolgar es, con esa alegría del acento canario: “¡perdona, es que tengo dentro toda la ilusión porque voy camino a la viña!”. El chute de buenrollismo recorre de inmediato los 2.300 kilómetros que nos separan.
Carmelo Peña tiene la fuerza y energía de la juventud propias de quien ha nacido en el '86, y la inteligencia para canalizar todo ese torrente de ingenio que le corre por la sangre. Su historia es la de un vigneron formado desde abajo: ha estudiado enología, sumillería, se ha pateado cientos de hectáreas de viñedos por el mundo para aprender y conocer, y ha hecho amistad con grandes enólogos y elaboradores como Raúl Pérez, Luis Pedro o Rayco Fernández.
Nos habla sobre su proyecto personal en Gran Canaria, Bien de Altura, con el que lleva cuatro años, e intuimos por su voz la alegría y el orgullo que le supone. A pesar de que Gran Canaria cuenta con muy poca extensión de terreno en la isla propicio para la viña, 112 hectáreas en total, su empeño en recuperar viñedos en San Mateo, al Centro Norte de la isla, y fijar así unos cimientos fuertes para su proyecto, está dando sus frutos. Carmelo trabaja dos hectáreas de entre 80 y 110 años de edad, a 1.100 metros de altura. Unos viñedos por encima de las nubes donde nacen sus vinos ligeros, de bajo grado alcohólico y esa acidez canaria que tanto nos atrae. Claro ejemplo de este perfil fresco es Tidao 2019, recién llegado y listo para descorchar. Nos cuenta que Tidao significa unión en lengua amazigh, de los bereberes, y es el trabajo en común de varios artistas de Gran Canaria, como ilustradores, escritores… que ponen su granito de arena (o de picón) para contar juntos la historia del vino en Gran Canaria. Desde el vino hasta la etiqueta.
La conversación sigue y el listón de la felicidad se mantiene por las alturas mientras hablamos de El3mento 2018. También recién llegado a nuestras tiendas y del que Carmelo está tan enchochao como nosotros. Trabajo común con su gran amigo Luis Pedro Cândido da Silva, enólogo en Douro. Estudiaron en Tarragona juntos y de la fuerte amistad que forjaron, nació este divertido y meticuloso proyecto: decidieron realizar la misma vinificación en Douro y en Gran Canaria, diferentes variedades, para representar los terroirs de ambos lugares, como una comparativa de terruños en altura. Tan sólo 1.000 botellas de cada zona, de esta idea extraordinaria que es la primera añada de El3mento.
Colgamos el teléfono y nos ponemos a teclear este newsletter con “toda la ilusión” que nos contagió Carmelo. Nuestra promesa de disfrute habitual, con ambos vinos, está asegurada. Todo un torbellino de juventud y alegría que viene para quedarse.